Para el año modelo del 2002, la automotriz surcoreana Kia incursionó en el segmento de las minivans con la Sedona. Su primer intento, aunque encomiable, trasuntaba que no era más que eso: un primer intento. La Sedona original, aunque competente, no estaba del todo a la par con la Dodge Caravan ni la Honda Odyssey, las minivans predilectas de los millones de soccer moms en la nación.
La cosa cambió en el 2006 tras el estreno del modelo de segunda generación. Esa segunda Sedona, que ahora para el 2009 entra en su cuarto año modelo, representa una gran mejora sobre el modelo de primera generación. El vehículo es ahora más espacioso y está mejor equipado. También es considerablemente más potente. Sustituyendo al V6 de 3.5 litros y 195 caballos de fuerza de la pasada generación, hay otro V6, esta vez de 3.8 litros y un caballaje de 250. Eso no sólo representa un generoso aumento en potencia de 55 caballos, sino que ubica a la Sedona por encima de la Odyssey. El V6 de 3.5 litros de la minivan de Honda se queda en los 244 caballos.
Transfiriendo la fuerza del motor a las ruedas delanteras hay una transmisión automática de cinco velocidades con modo manual.
Ya mencionamos que la Sedona tiene un grado mayor de sofisticación que el modelo que sustituye y eso se ve en los nuevos equipos que posee. Dependiendo del modelo (que son tres: básica, LX y EX), la Sedona tiene un sistema con el que tanto las puertas
laterales como la del área de carga pueden ser abiertas por control remoto. De hecho, las ventanas de las puertas deslizables no son fijas como las de otras minivans. Se pueden subir y bajar por botón. Cierto, esto pudiera causar cierta paranoia en madres sobreprotectoras, pero para eso están los cinturones de seguridad, ¿no? En la EX, incluso, las ventanas de la tercera fila se pueden abrir unas pocas pulgadas hacia afuera, desde la comodidad de la butaca del conductor.
Fuente:http://www.impre.com
Fecha:30/10/2008
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