El francés Sébastien Ogier, vigente campeón del mundo júnior, encabezó ayer el triplete protagonizado por Peugeot en el Rally de Montercarlo, que en su 77ª edición, debido al nuevo sistema de rotaciones de la FIA, ha salido del calendario WRC para convertirse en la prueba inaugural del campeonato IRC. Tan atípica situación ha permitido a Ogier suceder en el palmarés a pentacampeón mundial Sébastien Loeb y lograr la primera victoria de Peugeot en el Principado desde la que firmó Ari Vatanen en 1985. El Montecarlo 2009 no ha tenido la repercusión habitual ni la participación de los ‘primeros espadas’ de este deporte, que se reservan para el WRC. Sin embargo, sí ha ofrecido un ritmo trepidante de competición bajo condiciones climáticas extremas, después de las intensas nevadas de los últimos días.
Antes de la última etapa, que incluyó ayer dos visitas a la famosa especial de Col du Turini, los cuatro primeros clasificados estaban separados por menos de un minuto. Ogier, que asumió el liderato al término de la segunda etapa, acabó imponiendo su ley con un tiempo de 4h40.45 y subió al podio escoltado por otros dos pilotos Peugeot: el belga Freddy Loix, subcampeón IRC en 2008 (4h42:29) y el francés Stephane Sarrazin (4h43:07). Debutante en la cita monegasca, Ogier reconoció que “nunca creí que pudiera empezar ganando. De hecho hace quince días no sabíamos ni que íbamos a competir aquí. Creo que la clave de nuestra victoria ha sido nuestra estrategia cautelosa. Decidimos no intentar igualar la velocidad de los primeros líderes, que empezaron a un ritmo impresionante. Dadas las condiciones de la carretera pensé que nadie sería capaz de mantener esa velocidad durante mucho tiempo, intenté ser constante y esperar que los otros fallasen”.
Fuente:http://www.sport.es
Fecha:25/01/2009
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