La cadena de predicciones sobre lo que va a ocurrir este año con la economía demuestra la incertidumbre que la envuelve: los expertos no tienen nada claro. Ayer, el BBVA estimó que la economía catalana no sólo no crecerá, sino que retrocederá el 1,2% en 2009. Pero su actualización sobre la coyuntura económica de Cataluña no descarta que este retroceso alcance nada menos que el 2%, la predicción más sombría de las que han aparecido hasta ahora. A esta caída conduciría "la persistencia de la crisis financiera" internacional.
La diferencia entre un escenario u otro es de peso, pero "si la economía ya no es una ciencia exacta, el contexto no nos permite predecir con exactitud" el futuro, afirmó ayer Rafael Doménech, economista jefe para España y Europa del servicio de estudios del segundo mayor banco español.
El Gobierno catalán maneja en sus presupuestos del actual ejercicio una previsión mucho más optimista, y que pasa prácticamente por el estancamiento de la generación de riqueza (para ser precisos, prevé un decrecimiento del -0,1%).
La Cámara de Comercio de Barcelona ve las cosas aún mejor, y en su último pronóstico habla de un leve crecimiento del 0,1%, aunque no descarta un retroceso de la economía si no se despejan los nubarrones de la crisis, marcados por la desconfianza y la falta de crédito para las empresas y las familias.
Menos optimista se ha mostrado Caixa Catalunya, cuyo servicio de estudios dijo en diciembre pasado que la economía catalana recularía el 0,8%.
El economista jefe de la entidad para España y Europa, Rafael Doménech, evitó ser muy preciso sobre cuándo tocará suelo la recesión y empezará la recuperación. "De momento, mantenemos la previsión de que ello podría ocurrir entre finales de 2009 y principios de 2010", señaló, en un desayuno de prensa.
Entre las previsiones del banco figura una escalada del paro hasta cerca del 13%, cuando terminó 2008 en el 8,95%, aunque para el conjunto de España la estimación es más oscura, del 16%. El respiro que ha empezado a ser para familias y empresas la reducción de la inflación debido a la bajada del petróleo, sumada a la tendencia a la baja de los tipos de interés decidida por el Banco Central Europeo (BCE) se notará al reducir la carga financiera del sector privado. Pero el hecho de que mitigue la crisis no será suficiente, auguró Doménech, para evitar que se desinfle aún más el consumo en los próximos meses.
En concreto, BBVA augura para el sector de la automoción, tanto para fabricantes como para sus proveedores su ajuste más duro de los últimos 10 años.
Fuente:http://www.elpais.com
Fecha:15/01/2009
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