El Rosquinense comenzó como una pequeña fábrica que producía Dulce de Leche para el consumo de la zona.
Luego de un tiempo, este producto fue ganando nuevos mercados, expandiéndose en nuestro país debido a su excelente calidad y gusto sin igual.
La marca comenzaba a posicionarse.
Sin embargo el crecimiento no era el óptimo esperado para un producto de esa calidad.
Así fue que el 29 de junio de 1978, un nuevo grupo empresario adquiere la planta industrial de Cañada Rosquín y se aboca a la tarea de reestructurarla, aumentar su producción y afianzar su presencia en el mercado. El objetivo era mantener activa la fuente de trabajo en la población de Cañada Rosquín y utilizar la importante producción de leche de la región, materia principal de nuestros productos, favoreciendo también, de esta manera, a los productores agropecuarios de la zona. El desafío estaba en marcha...
La tarea fue ardua, pero nuestro empeño fue constante y a pesar de la situación económica desfavorable del país, fuimos creciendo cumpliendo nuestras metas.
En el año 1990 incorporamos la nueva planta para la fabricación de caramelos y turrones, de allí surgieron nuevos productos pero con la misma calidad que siempre caracterizó a El Rosquinense y que la gente conoce.
Parte de nuestra filosofía es utilizar la tecnología disponible para mejorar la producción y controlarla más eficientemente, sin que ésta vaya en detrimento de los empleos. Por ello constantemente estamos incorporando nueva tecnología y quizás sea ese el motivo fundamental de estar en Internet. No quedarnos atrás jamás, brindarle más y mejores servicios a nuestros clientes y proveedores, a los consumidores y a todos a aquellos que pudiere resultar de su interés.
Historia extraída de:
http://www.elrosquinense.com
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