La historia de AGA AB abarca casi un siglo de creatividad, progreso técnico y expansión internacional. Su desarrollo se sustentó principalmente en las nuevas oportunidades generadas a partir del gas acetileno. Las brillantes invenciones de Gustaf Dalén –reconocido con el Premio Nobel de Física en 1912–, que implicaron una nueva tecnología para los faros marítimos, marcaron el comienzo de un extenso desarrollo en un gran número de áreas.
A partir de cuatro creaciones principales –los aparatos reflectores, la válvula solar, la mezcladora Dalén, y los componentes AGA– la compañía desarrolló operaciones altamente diversificadas, como lo fueron: los sistemas de señales, equipamientos para soldadura, radiadores, aparatos fílmicos, radios, televisores, autos y equipamientos para medicina.
El funcionamiento de AGA fue modernizado a fines de los años setenta, siendo en la actualidad una de las compañías de gas con más alto nivel de especialización en el desarrollo y aplicación de sus conocimientos en un importante número de áreas, tales como: la industria de la alimentación, medicina, corte y soldadura, la preservación del medio ambiente y la metalurgia, así como en los procesos de la industria química y electrónica.
Historia de AGA Argentina
La primera planta de AGA en la Argentina -para producción de acetileno- se construyó en 1920, en Avellaneda. Desde entonces, la empresa no ha dejado de crecer, y hoy posee sucursales y concesionarios en todo el país, ofreciendo productos, servicios y asesoramiento a industrias y profesionales de diferentes rubros.
Si nos permitimos hacer una breve reseña histórica, el negocio de AGA en sus primeros años giró en torno del uso del gas acetileno para faros. En mayo de 1925 se inauguró el faro El Rincón, al sur de Bahía Blanca, el más grande y potente instalado en Sudamérica. A partir de ese año se sucedieron otros faros, cubriendo la costa atlántica desde el Cabo San Antonio hasta Ushuaia con el sistema de iluminación DALEN.
En marzo de 1930 se puso en marcha la primera planta de oxígeno, contando con una capacidad de producción de 30 m3/h. Dos años más tarde se comenzó a dar un tratamiento especial a la comercialización de oxígeno medicinal.
En diciembre de 1935 se puso en marcha en Avellaneda una nueva planta de oxígeno, con una capacidad de 70 m3/h. Tres años más tarde, en noviembre de 1938, la Municipalidad de Rosario dictó la ordenanza que permitiría instalar una fábrica de acetileno disuelto y oxígeno en un terreno adquirido por AGA en Avda. Francia y Montevideo. La planta de acetileno se inauguró oficialmente el 23 de noviembre de 1939; mientras que la nueva planta de oxígeno, con una capacidad de producción de 33 m3/h, se instaló a mediados de 1943.
En los años siguientes, AGA continuó ampliándose con plantas en San Martín y La Plata, así como con la incorporación de nuevos mercados por medio de la adquisición de una empresa en Córdoba. En esos momentos AGA alcanzaba una capacidad total de producción de oxígeno de 470 m3/h y de 140 m3/h de acetileno.
En 1961, el hasta entonces director gerente, Thure Larsson, fue reemplazado por el ingeniero John Ryd, bajo cuya dirección continuó la expansión, ampliándose los mercados de Córdoba, Buenos Aires y Mar del Plata.
En 1968 se concluyó la construcción de la primera planta productora de oxígeno líquido, la cual tenía una capacidad de 265 m3/h y de 7 m3/h de argón.
En 1972 se instaló una nueva planta de líquido en San Lorenzo, provincia de Santa Fe, que triplicó la capacidad de producción de la anterior: 750 m3/h de oxígeno, 110 m3/h de nitrógeno y 26 m3/h de argón. En este punto se decidió reemplazar todas las plantas de oxígeno gaseoso instaladas en Avellaneda, San Martín, Rosario, Córdoba y La Plata por tanques de líquido, lo que facilitó el llenado de los cilindros de gases del aire. Asimismo se habilitaron en las instalaciones de los clientes de mayor consumo tanques de variadas capacidades, tanto en la industria como en hospitales y sanatorios.
En 1980, siendo director gerente Lennart Berglund, y como celebración del 60° aniversario de AGA en el país, se puso en marcha una nueva planta instalada en el parque industrial de Pilar. Su capacidad productiva triplicó nuevamente a la de su predecesora, siendo capaz de generar 2400 m3/h de oxígeno, 700 m3/h de nitrógeno y 80 m3/h de argón.
En 1990, también en el parque industrial de Pilar, se instalaron una planta de óxido nitroso (50 kg/h), una planta para producción de gases especiales y una estación de llenado de hidrógeno de 200 m3/h de capacidad.
El programa de inversiones siguió adelante hasta poner en marcha, en 1998, una nueva planta de separación de gases del aire, y la primera planta de CO2 con capacidad de generar, por medio de un proceso de combustión, 50 ton/día.
Historia extraída de:
http://www.aga.com.ar
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