¿Es una neverita para la playa? ¿Es una fiambrera para los filetes de pollo empanado del picnic? ¿El estuche para que el niño guarde las piezas de Lego? Pues no damos ni una. En realidad es una impresora fotográfica portátil de Canon, y se llama Selphy CP770. Con poco más de un kilo de peso y unas dimensiones de 248 x 156,4 x 77,3 mm, viene acompañada de un curioso cubo de transporte para guardarla junto con el papel y la tinta de repuesto.
Al igual que la HP Officehet H470, cuenta con una batería recargable y puede recibir las impresiones por un puerto USB o sin cables a través de Bluetooth, sin la necesidad de estar conectada a un ordenador. Sin embargo, no es una impresora de inyección, sino de sublimación. Esto se traduce en ventajas y desventajas: consiguen una alta calidad de color, ya que de hecho es una tecnología pensada para imprimir fotos. Por contra, el coste de cada impresión es muy superior debido al consumo de tinta, y la velocidad de impresión es algo lenta.
Concretamente, esta Canon Selphy CP770 tarda casi un minuto (52 segundos) en imprimir una foto de tamaño convencional (15 x 10 cm), con una resolución máxima de 300 x 300 puntos por pulgada. También incluye una ranura para casi cualquier tipo de tarjeta de memoria (SD y Memory Stick en todas sus versiones, xD, Compact Flash…), para que no tengamos problemas con la tarjeta de nuestra cámara.
En su parte superior lleva una pantalla de 2,5 pulgadas para previsualizar las fotos y aplicarles algunos retoques como la corrección de ojos rojos. No somos muy partidarios de las impresoras de sublimación (el coste de cada impresión puede llegar a ser muy exagerado), pero hay que admitir que este modelo tiene su gancho en cuanto al diseño. Saldrá a la venta en junio por unos 150 euros. Eso sí, la batería, que es lo que la convierte en realmente portátil, hay que pagarla aparte. Y son 80 dólares, otros 52 euros.
Fuente:http://www.tuexperto.com
Fecha:20/05/2008
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