Peugeot lanzó al mercado este New Vivacity hace tan sólo unos meses. Con él, la firma francesa modernizó un producto que tuvo una aceptación notable, pero al que el paso del tiempo había dejado un poco anticuado. Pero no sólo el lavado de cara, con un look más juvenil, descarado y automovilístico (fruto de algunos componentes de su firma madre como la óptica en forma de U), ha sido el cambio más destacable, ya que además se le han incorporado un gran número de soluciones que hacen de este New Vivacity un auténtico experto en los desplazamientos dentro de la ciudad.
Las formas convenientemente contenidas por los diseñadores hacen que, a simple vista, este scooter parezca de miniatura. Pero, por raro que parezca, una vez sentado en él, esta sensación queda diluida por una ergonomía muy bien trabajada. El amplio asiento, el piso plano para las piernas y la estudiada distribución del espacio central hacen que, pese a sus 1.388 mm de distancia entre ejes, el New Vivacity sea suficientemente espacioso para tallas no superiores a los 1,80 metros. Con él, se podrá efectuar una conducción relajada, intuitiva y muy dinámica, sobre todo en entornos reducidos, gracias a su impresionante maniobrabilidad. Un valor importantísimo, quizá el que más, de este Peugeot, ya que las llantas de aluminio de doce pulgadas permiten moverlo sin apenas esfuerzo y de una forma muy rápida y ágil.
Pero si la maniobrabilidad y sus dimensiones lo hacen un producto eminentemente enfocado para la urbe, la estabilidad es todo un valor añadido. Y es que en marcha transmite una sensación de aplomo sensacional, incluso cuando se realizan movimientos a baja velocidad o se pasa por encima de bandas sonoras o asfalto roto. Aquí tiene un papel fundamental su baja concentración de masas, que equilibra el conjunto de una forma sensacional.
Con una parte ciclo tan apetecible en ambientes urbanos, el New Vivacity necesitaba un propulsor acorde con este planteamiento. Y el resultado no podía ser mejor. Este afable scooter dispone de un monocilíndrico de 50 cc que es todo finura, respetuoso con el medio ambiente y extremadamente silencioso.
Carga inteligente
Además, proporciona una estirada envidiable gracias al cambio automático, su nivel de vibraciones es irrisorio y su autonomía es simplemente de diez. Y es que, junto a su depósito de 8,5 litros de capacidad y un consumo entorno a los tres litros, el New Vivacity ofrece una autonomía de casi 250 kilómetros. Una distancia que, en ciudad, se transforma en muchos días sin tener que repostar gasolina.
Aunque el New Vivacity dispone de unas medidas muy contenidas, la inteligencia francesa en el diseño de la capacidad de carga ha sido fundamental. Este valor aplicable a la funcionalidad, además, esconde un ingenioso e innovador concepto. Los 35 litros no son fáciles de conseguir en un ciclomotor, pero más aún si facilita las cosas al usuario. ¿Cómo? Pues con un acertado cofre debajo del asiento y un práctico e innovador alojamiento en la zona delantera, que se abre muy fácilmente, pulsando un solo botón situado entre el manillar y la guantera.
Fuente:http://www.lavanguardia.es
Fecha:02/02/2009
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