Fiat quiere recuperar el espíritu de los míticos Abarth de los años 50. Hablar de Abarth es hacerlo de una marca que innova en diseño, que usa materiales de vanguardia y que presta mucha atención por los detalles. Y nada mejor que sacar una versión Abarh del 500 -o Cincuecento, como prefieran- para demostrar que la conjunción de ambas sociedades no puede ser más fructífera.
El 500 Abarth, nacido con la intención de superar las normativas más estrictas, es uno de los vehículos más seguros de su segmento. Un frenado estable y eficaz, junto con una recuperación rápida garantizada por su motor de 135 CV y un comportamiento en carretera siempre previsible, permiten a este nuevo automóvil superar sin dificultades todo tipo de situaciones críticas. Además, el 500 Abarth dispone, de serie, de siete airbags: dos delanteros, dos de cortina, dos laterales y uno para la protección de las rodillas. Sin duda, la mejor oferta en su categoría.
Asimismo, el nuevo modelo adopta soluciones técnicas sofisticadas para garantizar un perfecto control del vehículo por parte del conductor (seguridad activa). Desde el ABS, complementado con el sistema EBD (Electronic Brake Distribution), hasta el sofisticado programa electrónico de estabilidad ESP (Electronic Stability Program); desde el sistema antideslizamiento ASR (Anti Slip Regulation) hasta los dispositivos Hill Holder, que asisten al conductor en los arranques en pendiente, y el HBA (Hydraulic Brake Assistance) que actúa en las frenadas de emergencia.
Pero además de mecánica, Abarth es sinónimo de estilo. En perfecta sintonía con la tradición del escorpión, el estilo del 500 Abarth, concebido en el Centro Stile Fiat Group Automobiles, no es una simple interpretación del vehículo sino que contribuye sensiblemente a mejorar sus prestaciones. La más clara demostración de esta nueva configuración estilística se encuentra en la especial atención reservada a la aerodinámica y a la funcionalidad de algunos elementos. Así, por ejemplo, destaca su perfil trasero con la presencia de un parachoques específico, el extractor aerodinámico, el doble terminal de escape y el alerón ubicado encima de la puerta, lo que le confiere un aspecto deportivo pero también excelentes prestaciones aerodinámicas. También es de destacar el logotipo del escorpión encima del silenciador, como en las históricas marmitas Abarth.
El interior se caracterizan por una instrumentación muy particular y por un manómetro analógico que sirve para medir la presión del turbo. En el interior del manómetro se encuentra el indicador del sistema GSI (Gear Shift Indicator), que sugiere al conductor cuándo conviene realizar un cambio de marcha mediante la iluminación de un piloto. El cuadrante principal, con grafismo deportivo, está cubierto por una visera que evita que deslumbre,mientras que el volante, de tres radios, dispone de empuñaduras ergonómicas para los pulgares y tiene un perfil más recto en la base para mejorar la habitabilidad y las posibilidades de regulación. Los pedales presentan un marcado carácter deportivo (de aluminio con aplicaciones de caucho) así como la empuñadura del cambio de marchas, que está revestida de piel y es más ergonómica para un uso deportivo, y la del freno de mano, también de piel. Asimismo, los asientos, con el reposacabezas integrado en el respaldo, presentan un diseño envolvente exclusivo de Abarth que garantiza una posición estable incluso las curvas. Ofrecen diferentes opciones de revestimiento: de piel (con dos acabados, negro y rojo) u otros tipos de tejido.
Fuente:http://www.laopinion.es
Fecha:25/07/2008
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