miércoles, 14 de enero de 2009

Un crecimiento muy caro para Yoigo


Ha tocado con las manos el cielo del millón de clientes en menos de dos años. Armada en la guerra de tarifas y una distribución comercial agresiva, ha arañado un 1,5% del mercado móvil hasta demostrar que hay vida para las low cost españolas.También, que eso no es todo. A la cuarta operadora de telefonía móvil son sus números rojos, el lastre de una expansión ligada a las piruetas de precios e inversión y hasta su propia matriz los que le aguan la celebración. Pero se seca en el escaparate en el que la propia Telia Sonera ha puesto a su hijo más caro, el vástago español que en su primer año le hizo un agujero de 153 millones de euros, obligada a reconducir su dirección y pisar el acelerador ahora que los ingresos por telefonía móvil caen, que descuenta que el horizonte de precios del mercado se abaratará en un 50% en tres años y que dejará en la cuneta de la rentabilidad hasta a un 75% de las OMV y low cost. En el último trimestre ha conseguido 129.000 usuarios, el 30% de todos los móviles de Telia. Pero la ‘verdad verdadera’ le mancha la pechera de los beneficios a la matriz sueca y la llevó en septiembre a sus peores resultados trimestrales, tanto como para que -por primera vez- Telia reconociera lo que desde 2008 era un secreto a voces: el futuro está en el congelador, o al menos bajo el microscopio del replanteamiento y le aplicará un tratamiento de choque, para susto del resto de los socios.

Yoigo debe pagar a Movistar y Vodafone, carga con la subvención de los terminales, la expansión de la red y la agresiva campaña para arañar clientes. Embriagada con sus propios alardes en la guerra de precios, Yoigo consiguió acumular en los nueve primeros meses del año pasado ya los cien millones de euros de rojos que Telia le permitía para 2008. Y agotar, por primera vez –al menos a ojos vista- la paciencia con la que Lars Nybberg le había sujetado los números rojos hasta ese momento. Adiós al proyecto de largo plazo -cinco años- , al menos tal y como se las prometía Johan Andsjö. Yoigo se ha entregado a las rebajas, a la velocidad de la luz de Masmovil, Simyo o Pepephone. Pero ni sus piruetas, la oleada a la que se entrega de tiendas propias, las muletas de la red prestada y el bucle de la portabilidad han sido suficientes para mantener vivas todas sus aspiraciones.

Sostiene la pretensión con la que bautizó su desembarco en España, alcanzar una cuota de mercado del 10% para el 2015, pero ha tenido que mover fichas en el tablero de las OMV y las low cost: ya no espera alcanzar beneficio neto en 2011, como pronto será un año más tarde. Yoigo ha desoído el eco de sus propios golpes –los de la controvertida campaña de las llamadas a cero euros– y el lastre de los 98 millones de euros de rojos. Facturó 50 millones de euros de julio a septiembre, y 126 millones de euros durante los 9 meses de 2008. Pero buena parte de los gastos del último trimestre (casi un tercio) irían a parar a la finalización del acuerdo de Roaming Nacional con Vodafone, un gasto extra de alrededor de 10 millones de euros. Como las Operadoras Móviles Virtuales (OMV´s), Yoigo chocan entre sí y con el suelo del mercado celular y del Internet para llevar, de espaldas al efecto Iphone y a años luz de los cielos de la nueva fibra. El operador de bajo coste, que no posee una licencia GSM y hasta el momento ha desplegado 2.500 antenas propias, dispone de un canal de ventas 'on-line' y de más de 400 tiendas exclusivas. Pero aunque encara la guerra de precios con las armas de la inversión en red propia, su cobertura para 3G es todavía del 45%, apenas alcanza a las 19 mayores provincias y no pensaba ampliarse en los próximos meses más allá del 55%.

ESCAPARATE SIN PRETENDIENTES


Es Telia Sonera la primera en recordar que, a la vista de que el beneficio potencial de Yoigo es menor que el de otros países, la sueca prefiere priorizar sus inversiones en los países, para empezar Euroasia, una zona donde logrará una mayor rentabilidad y más años para disfrutar con márgenes más altos. Y la primera, también, en contarle a todo el que se acerque al escaparate de las telecos europeas que está más que dispuesta a escuchar ofertas por su 76,6% de Yoigo. Ganas no le faltan. Pero no es KPN la única que vuelve la mirada para otro lado. Por más que haya adornado el humo del baile a dos, a France Telecom ni las condiciones de las licencias UMTS ni el ‘Decreto Rato’ le dejan fácil poco más que la intención sobre Yoigo.

Los llamados a la fiesta de los pretendientes de Yoigo se han ido cayendo de la lista. Deutsche Telekom está ocupada en digerir sus adquisiciones en Grecia y Serbia y Hutchinson, desaparecida. A los posibles ´novios´ los disuade por igual el concierto desafinado de los demás accionistas (ACS, FCC y Telvent) que representan el el 23,4% del capital, que la herencia obligada de la vinculación de Yoigo a las redes de 2G y 3G con Vodafone y Telefónica, que no vencen hasta 2010 y 2012 respectivamente.Ni Carlos Slim ni los demás rebotados de la carrera por Digital+ (France Telecom, Murdoch y Liberty) están para mucho más que mirar si acaso a ONO que, al fin y al cabo, tiene la única red alternativa a la de Telefónica capaz de servir los 100 megas. Durante meses fueron los nórdicos los que se hicieron los suecos con la venta. Ahora, si nadie se asoma al escaparate, tendrán que comenzar con otro tratamiento de choque.

Fuente:http://www.capitalnews.es
Fecha:14/01/2009

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