Los colores han sido premonitorios. El Telefónica Azul es el líder de cuarta etapa de la Volvo Ocean Race tras ser el único en atreverse a cruzar una tormenta en el Estrecho de Luzón (entre Taiwán y Filipinas). Es la esperanza. Mientras su hermano, el Telefónica Negro, se tuvo que retirar definitivamente de la manga tras sufrir un grave problema con una grieta en la unión entre la cubierta y el casco del velero. Es la desolación.
El Azul ha sido el barco que mejor se ha comportado en las complicadísimas condiciones de navegación que se están dado en la etapa entre Singapur y Quindao (China). El patrón del barco, Iker Martínez, comentaba ayer: "El velero está a pleno rendimiento con todo el velamen y tras un análisis hemos comprobado que todo funciona a la perfección". Y eso que la nave tuvo que soportar vientos de hasta 60 nudos y, lo que es peor, olas de catorce metros que llegaban en dirección distinta al viento.
El éxito del barco es en cierto modo un éxito de Valencia. El Telefónica Azul fue construido en el astillero de King Marine de Alginet, el mismo sitio donde se parieron los dos veleros del Desafío Español para la 32 Copa América, sindicato que quedó semifinalista de la Louis Vuitton Cup.
El Azul está líder de la etapa con 57 millas de ventaja sobre el Ericsson 3 y 67 sobre el Ericsson 4, el líder de la competición. Los barcos suecos han sacado ventaja en un role de viento y se han acercado al velero en el que navega Pepe Ribes. Tanto el Puma, con la botavara rota, como el Green Dragon y el Delta Lloyd, los dos con serios daños, han vuelto a la competición, aunque muy retrasados de los españoles.
Mientras, el Telefónica Negro comunicó oficialmente su retirada a las 03:06 (hora española) del domingo y tenía previsto llegar anoche Subic Bay, a unos cien kilómetros al Noroeste de Manila.
En este lugar esperaba el equipo de tierra del sindicato español para analizar los daños que ha sufrido el velero en la junta entre el casco y la cubierta. Hoy se sabrá a ciencia cierta lo que va a hacer el proyecto español, pero se está trabajando en la contratación de un carguero que lleve lo antes posible el barco hasta Quindao, donde tiene su base el equipo de Pedro Campos.
Lo más importante ahora mismo es saber si el equipo de tierra tendrá tiempo para reparar el velero ya que las fechas están muy ajustadas. La regata costera de Qingdao se correrá el 7 de febrero y la salida de la quinta etapa entre Qingdao y Río de Janeiro será una semana más tarde, el 14 de ese mismo mes.
La bahía de Subic es el lugar que han elegido los responsables del equipo para analizar el estado del velero ya que allí se encuentra una base naval americana y se dispone de mejores infraestructuras para sacar la embarcación del agua y analizar los desperfectos que se han producido en el intento de cruzar el estrecho de Luzón.
Fuente:http://www.lasprovincias.es
Fecha: 26/01/2009
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