martes, 6 de enero de 2009

Bulgari: cómo reducir gastos


Con un suspiro de cansancio, Francesco Trapani se quita su reloj de acero y oro blanco de Bulgari, de 10.000 dólares, dejando ver la cara interior mate de la correa. Antes, Bulgari la pulía para que tuviera el mismo brillo que el exterior.

El cambio es sutil, pero refleja la preocupación por los costes que la primera recesión en las ventas de los productos de lujo en casi 20 años ha provocado en compañías como Bulgari, Burberry, Cartier o Montlanc.

El desafío es tan delicado como pulir uno de las típicas gemas de Bulgari. En el caso de la firma, si Trapani, el consejero delegado de la compañía, recorta demasiado, se arriesga a dañar la imagen de opulencia y exclusividad de la marca, cuidadosamente acuñada a lo largo de décadas y reforzada por la imagen de estrellas como Nicole Kidman, Charlize Theron y Scarlett Johansson, que llevan joyas de Bulgari en las alfombras rojas de Cannes o de los Oscar. “En lugar de hablar sobre las estrellas y el gasto, hay que pensar en los costes”, dice Trapani durante una entrevista. “El lujo no es inmune a lo que sucede”.

Desde los años 90, las ventas de productos de lujo han explotado, junto con el nacimiento de una nueva elite global acaudalada.Pocas marcas personalizan esta tendencia mejor que Bulgari, que ha llegado a tener 259 tiendas desde las cinco que tenía cuando Trapani asumió el mando como consejero delegado en 1984. La demanda de las atrevidas combinaciones de Bulgari de zafiros, diamantes y esmeraldas parecía insaciable mientras las ventas experimentaban un boom en todo el mundo, elevando los ingresos de la compañía a más de 1.100 millones de euros, o 1.410 millones de dólares.

Ahora, Bulgari y el resto del sector se ha topado con la realidad. Las ventas en esta firma de joyas de 125 años de antigüedad se elevaron sólo un escaso 2% en el tercer trimestre. La demanda de productos de lujo se espera que caiga entre un 3 y un 7% el año próximo, según un reciente estudio realizado por Bain & Company.

Recortes


En respuesta a estos tiempos, Trapani se ha embarcado en una amplia estrategia de recorte de costes que incluye archivar los planes de nuevas tiendas, excepto en lugares donde los alquileres ya se hayan firmado. “Queremos encontrar la mejor solución para la vista y para el coste”, dice Trapani. “El desafío es recortar costes y disminuir los gastos, sin afectar a la calidad”.

Al descartar el recorte de precios y otros cambios más drásticos, hasta las operaciones internas más básicas de Bulgari están cambiando, como el taller donde se fabrica manualmente su joyería más cara.

Fuente:http://www.gaceta.es
Fecha:15/12/2008

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