lunes, 10 de diciembre de 2007

Historia de Mumm


Desde hace casi dos siglos, la construcción de la Casa G.H. Mumm se realiza en torno a valores sólidos que todavía hoy definen su identidad.

La historia de la Casa se ha escrito al igual que una aventura humana impregnada de la pasión de los hombres que la edificaron.

Explorando y recorriendo los confines del mundo, estos hombres dejaron como legado un auténtico gusto por lo excepcional que, a lo largo de las décadas, se ha alimentado de audacia y de orgullo. En la actualidad, aún persiguen esta búsqueda de la excelencia iniciada por sus antecesores.

La Dinastía Mumm (1130 - 1827)

La familia Von Mumm, cuyo linaje está formado por barones y caballeros, se remonta al siglo XII. En 1761, Peter Arnold Mumm emprendió una actividad de producción y de venta de vinos en Colonia.

A principios del siglo XIX, aprovechándose de la Paz Cordial entre Francia y Alemania, los tres hijos de P.A. Mumm, Jacobus, Gottlieb y Philipp, abrieron una Casa de Champagne en Reims, ciudad de coronación de los reyes de Francia.
Fueron conscientes del gran potencial comercial de este vino, muy estimado en todas las cortes reales europeas.
Recorriendo y estableciéndose por todo el mundo, los dirigentes de la Casa G.H. MUMM se enriquecieron con influencias multiculturales las cuales, aún en la actualidad, siguen siendo uno de los fermentos de la apertura al mundo que caracteriza con tanta fidelidad el carácter de la Casa G.H. MUMM.

La Primera Casa Mumm (1827 - 1852)

La Casa de champagne nació oficialmente en Reims en 1827. Rápidamente, deseando elevar a lo más alto la calidad de su champagne, la Casa G.H. MUMM decidió adoptar una original política de abastecimiento: comprar uvas directamente a los viñadores en los «lugares finos», en vez de comprar mostos.
De este modo, G.H. MUMM podía controlar la calidad de las uvas, porque la casa exige, como reflejan los documentos comerciales de la época «lo mejor que hay» o «todo lo que existe en los mejores crûs».
Otra ventaja de estas colaboraciones: la Casa G.H. MUMM podía controlar una de las etapas más importantes en la elaboración del champagne: el prensado.

Georges Hermann de Mumm (1852 - 1876)

En 1852, Georges Hermann de Mumm, hijo de uno de los fundadores, tomó las riendas de la Casa de champagne, la cual se convertiría en G.H.Mumm & Cie.

Rápidamente, G.H. MUMM hizo construir bodegas y locales totalmente nuevos, en todos los puntos idóneos para las necesidades del comercio de los vinos de champagne de la época. Este humanista de espíritu abierto y defensor del progreso social, instauró los «premios de virtud» y las «primas de infortunio», recompensando, en función de su edad o de su enfermedad, a los obreros y obreras que hubieran trabajado durante más de cinco años en el champagne.

El 16 de noviembre de 1876, registró en el Tribunal de Reims la denominación «Cordon Rouge», que se convertiría en el sello emblemático de la identidad de la Casa.

La Expansión (1876 - 1913)

En 1827, un colaborador de la Casa G.H. MUMM se instaló en Londres para comprender mejor las costumbres de consumo de los ingleses. Se había marcado el tono. Desde su ascenso a la presidencia en 1852, George Hermann de Mumm no dejaría de abrirse a nuevos países, ampliando las fronteras de la distribución de su champagne.

De este modo, a principios del siglo XX, la Casa G.H. MUMM contaba con una veintena de filiales en el extranjero en los principales países: EE.UU., Rusia, Canadá y también en Brasil y Perú.

En la misma época, la Casa de champagne se convirtió en el proveedor oficial de la corte real de Inglaterra y conquistó el corazón y el paladar de las demás familias reales europeas. Incluso llegaría a crear para ellos una cuvée especial: el Champagne de los Soberanos.

Durante este periodo de expansión, los agentes de G.H. MUMM recorrieron el mundo. Sus libros de cuentas muestran ventas en Indonesia, en el reino de Siam (actual Tailandia), Filipinas, Ceilán (actual Sri Lanka) y China.
De 1879 a 1913, los volúmenes vendidos se multiplicaron por 6, pasando de 500.000 botellas a 3.000.000 de botellas. La Casa G.H. MUMM era entonces la primera casa de champagne del mundo.

De 1913 Hasta Nuestros Días

Tras la Primera Guerra Mundial, Georges Robinet, colaborador de G.H. Mumm, tomó las riendas de la sociedad y presidió su reconstrucción. Renovó el viñedo, las instalaciones y, a continuación, volvió a traer a los obreros, asegurando a su familia el alojamiento y la escolarización, perpetuando así el progreso social iniciado por los fundadores.

En 1927, la Casa G.H. MUMM participó en la creación de la zona de denominación «champagne» y en la definición de métodos de cultivo y de vinificación.
En 1939, René Lalou se convirtió en presidente de la Casa de champagne. Permaneció en su cargo durante 50 años y dio su nombre a una prestigiosa cuvée. Su cometido consistía en organizar y controlar la producción de los vinos de Champagne.
Después de la Segunda Guerra Mundial, la casa se reorganizó, reconstituyó las existencias, amplió su viñedo y desarrolló sus ventas.

Gran amante del arte, René Lalou inició una colaboración con artistas para la realización de carteles publicitarios que destacaban las cualidades del Cordon Rouge. Asimismo, le debemos el trabajo del pintor japonés Forjita, quien decorara la famosa capilla que hoy lleva su nombre.

G.H. Mumm en la Actualidad

En la actualidad, G.H. Mumm, con cerca de 8 millones de botellas comercializadas, se adjudica el tercer puesto en Casas de champagne del mundo. La Casa realiza aproximadamente un 60 % de sus ventas en el extranjero. Presente en más de 100 países, el champagne G.H. Mumm ocupa una posición predominante en Europa, especialmente en Francia, en Inglaterra y en Italia. La Casa no duda poner su mirada, cada vez más, en el continente asiático. Desde 2005, la Casa G.H. Mumm es propiedad del grupo francés Pernod Ricard, número dos mundial de vinos y espirituosos.


Historia extraída de:
http://www.mumm.com

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