jueves, 26 de febrero de 2009

Yoigo: reina de las portabilidades


Ha tocado con las manos el cielo del millón de clientes en menos de dos años. Armada en la guerra de tarifas y una distribución comercial agresiva, arañó un 1,5% del mercado móvil y fue la reina de las portabilidades en siete de los doce últimos meses, hasta demostrar que hay vida y espacio propio para las low cost españolas. También, que eso no es todo: a pesar de cuadruplicar sus ventas, pasea por los números rojos, sólo ha podido reducir pérdidas a la mitad, en parte por su empeño en estirar las costuras de su cobertura. Pero encara la crisis del sector y el descenso del consumo pisando el acelerador de las tiendas –500 nuevas franquiciadas- y de las antenas -800 más- para obtener una cobertura con red propia del 56%. Yoigo saca brillo a sus costuras: unas, le permitirán anticipar en dos años los compromisos contraídos con el Gobierno y buscar ‘papeletas’ en el refactoring de la banda de 900 mhz, que Industria prometía cerrar este año. Las otras, adornan el escaparate al que el fondo Dougthy Hanson reconoce que se asoma muy de cerca buscando un sitio.

El cuarto operador de telefonía móvil en España se la juega al todo o nada de la cobertura, ahora que los ingresos por voz caen en la telefonía móvil y que el sector descuenta que el horizonte de precios del mercado se abaratará en un 50% en tres años y dejará en la cuneta de la rentabilidad hasta a un 75% de las OMV y low cost. Buena parte de los ingresos del tercer trimestre (casi un tercio) fueron a parar a la finalización del acuerdo de Roaming Nacional con Vodafone, un gasto extra de alrededor de 10 millones de euros. Yoigo –con frecuencias en la banda de 2100 mhz- carga con la subvención de los terminales, la expansión de la red y la agresiva campaña para arañar clientes y suspira por hacerse sitio junto a Movistar, Vodafone y Orange en la banda de 900 mhz. Tanto como para exigirle a Miguel Sebastián que abra pronto el baile y como para negociar con nuevos proveedores para el día después del refarming.

El ministro no dudó en meter durante el WMC el dedo en la llaga del reparto del GSM: el Gobierno no acaba de dar con el marco regulatorio con el que liberará nuevas frecuencias para los servicios móviles de tercera generación (3G) en 2009.La demora deja a algunas áreas rurales de espaldas a la convergencia en muchos servicios y sólo se sabe que la guerra del LTE está casi a punto. Aunque todavía no está amortizada la tecnología 3G que emplean actualmente los operadores de telefonía móvil, la cuarta generación, llamada a velocidades de hasta 1GB, golpea ya a la puerta de la regulación española, de la mano de la concesión pendiente de la banda de frecuencias de 2.500 a 2.690 megahercios.

SUELTA LASTRES


En diciembre Yoigo fue la segunda operadora con más incremento en el número de clientes nuevos (14.473) y la que más arañó a los operadores tradicionales con la portabilidad en ristre, con una ganancia neta de 109.931 números. En el último trimestre de 2008, el grupo captó el 44% de las nuevas altas del mercado, y los 543.000 clientes que han logrado atraer a lo largo del año suponen el 25% de las altas totales en España en el último ejercicio. Pero debe pagar a Movistar y Vodafone, carga con la subvención de los terminales, la expansión de la red y la agresiva campaña para arañar clientes. Yoigo se ha entregado a las rebajas, a la velocidad de la luz de Masmovil, Simyo o Pepephone. Pero ni sus piruetas, la oleada a la que se entrega de tiendas propias, las muletas de la red prestada y el bucle de la portabilidad han sido suficientes para mantener vivas todas sus aspiraciones. Sostiene la pretensión con la que bautizó su desembarco en España, alcanzar una cuota de mercado del 10% para el 2015, pero ha tenido que mover fichas en el tablero de las OMV y las low cost: ya no espera alcanzar beneficio neto en 2011, como pronto será un año más tarde.

Embriagada con sus propios alardes en la guerra de precios, Yoigo agotó, por primera vez –al menos a ojos vista- la paciencia con la que Lars Nybberg le había sujetado los números rojos hasta ese momento. A la cuarta operadora de telefonía móvil española el lastre de una expansión ligada a las piruetas de precios e inversión le desluce la celebración de los resultados presentados la semana pasada por Telia. Sigue siendo su hijo más caro: se ha pasado en más de 20 millones de los 1.000 millones de coronas del techo de pérdidas marcado por la operadora, que no va a sacarla del baile de pretendientes. Menos ahora que se le encoge, de nuevo, el internet móvil. Es Telia Sonera la primera en recordar que, a la vista de que el beneficio potencial de Yoigo es menor que el de otros países, la sueca prefiere priorizar sus inversiones en los países, para empezar Euroasia, una zona donde logrará una mayor rentabilidad y más años para disfrutar con márgenes más altos. Y la primera, también, en contarle a todo el que se acerque al escaparate de las telecos europeas que está más que dispuesta a escuchar ofertas por su 76,6% de Yoigo.

Ganas no le faltan. Tampoco al fondo Dougthy Hanson, que busca un sitio en su accionariado. Lo demás pretendientes se han ido cayendo de la lista. Deutsche Telekom está ocupada en digerir sus adquisiciones en Grecia y Serbia y Hutchinson, desaparecida. A los posibles ´novios´ los disuade por igual el concierto desafinado de los demás accionistas (ACS, FCC y Telvent) que representan el el 23,4% del capital, que la herencia obligada de la vinculación de Yoigo a las redes de 2G y 3G con Vodafone y Telefónica, que no vencen hasta 2010 y 2012 respectivamente.Ni Carlos Slim ni los demás rebotados de la carrera por Digital+ (France Telecom, Murdoch y Liberty) están para mucho más que mirar si acaso a ONO que, al fin y al cabo, tiene la única red alternativa a la de Telefónica capaz de servir los 100 megas.

Fuente:http://www.capitalnews.es
Fecha:24/02/2009

No hay comentarios:

Electrónica y Fotografía

Marcas y modelos de celulares

Gagdets tecnológicos

Archivo del blog