miércoles, 10 de octubre de 2007

Historia de Ferrero


Desde 1900, hasta la década de 1950.

La historia de Ferrero tuvo sus orígenes en el laboratorio de una confitería de Alba, ciudad del Piemonte italiano. La visión del mundo de Pietro Ferrero, su propietario, impulsó la expansión del negocio hasta dar el salto a la gran ciudad de Cúneo. Sin embargo, en 1942, la guerra lo obligó a regresar junto con su mujer Piera Cillario a su ciudad de origen, Alba. Así comienza una historia que continúa aún en nuestros días.

Al finalizar la guerra, Piera se dedicó a manejar el elegante Bar-Confitería de Vía Maestra mientras su marido se ocupaba del laboratorio de Vía Rattazzi. Pero para Pietro, enamorado de su trabajo, la rutina de la fabricación de pastelería no alcanzaba y comenzó entonces a experimentar con nuevas recetas en su laboratorio.

Si bien la posguerra provocó la escasez de materias primas como el cacao, Pietro no se desanimó y vio en la crisis una oportunidad: descubrió la potencialidad de las avellanas del lugar. Surge así el primer producto "GIANDUJOT", con un resultado muy superior al esperado. Este producto era “a base de avellanas y cacao con forma de panetone que se podía cortar en rodajas”, “La merienda ideal para los niños”.
En 1944 nació la primera fábrica Ferrero y pasó a formar parte de la vida de todos los italianos.

Años más tarde, Giovanni Ferrero, hermano menor de Pietro, y Michele, hijo de Pietro y Piera, se sumaron a esta tarea con el característico espíritu emprendedor de la familia.

En septiembre de 1948 ocurrió un terrible imprevisto: las lluvias propias de la estación se convirtieron en aluviones que arrasaron la fábrica, quedando ésta casi destruida. Durante cuatro días Giovanni y Pietro trabajaron junto a sus operarios para paliar este daño. Así la empresa fue salvada por su propia gente.
Superada esta dificultad, la fábrica incrementó su producción, y la calidad y exclusividad de los productos.

A partir de 1950, hasta la década de 1970.

En los años 50, Ferrero inicia la penetración del mercado europeo.
En 1954 nace la marca Ferrero, con la intención de dar a conocer el nombre de la empresa.

En 1956 Ferrero abre un establecimiento en Allendorf (Alemania), constituyéndose en el primer ejemplo de “internacionalización” de la industria italiana en el sector de las golosinas.

En 1966, Ferrero fue la segunda empresa italiana en volumen de negocios en Alemania y a finales de los años 60 cerca de un tercio de lo facturado ya correspondía a las ventas en el mercado internacional.

Desde la década de 1970, hasta la actualidad.

A partir de los años 70, y con la inauguración de Ferrero USA, se inicia la expansión de Ferrero a nivel mundial. En lo sucesivo, se crearon sociedades comerciales y establecimientos productivos en Norte América y Centro América, el Sudeste Asiático, Australia y América Latina. Durante los años 90, luego de la caída del muro de Berlín, se inauguraron nuevas sedes comerciales en Hungría, República Checa y Polonia. También se constituyó una empresa operativa en Moscú.
Los mercados de África del Norte y los países Árabes se manejan a través de una sociedad de trading perteneciente al Grupo Ferrero.

Desde sus inicios en Alba, Ferrero se destacó por introducir en el mercado productos no sólo novedosos y atractivos, sino cuya calidad y frescura pronto obtuvieron el reconocimiento de los consumidores.

En la actualidad, el grupo Ferrero está presente en más de 30 países, con liderazgo en Italia y en el resto de Europa, con 17 fábricas (3 de ellas en Sudamérica) y 37 sedes operativas en todo el mundo.


Historia extraída de:
http://www.ferrero.com.ar

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